Otra película en la que un gran blanco es retratado como devorador de hombres insaciable y testarudo hasta la muerte. Por muy breves instantes recuerda a lo bueno de Tiburón / Jaws (1975), pero rápidamente la tensión por insinuación deja paso a simples efectos especiales. Así, la película olvida los aciertos de Tiburón y se queda con sus peores errores. Además, en esta ocasión contamos con una rubia delgada (seguramente en exceso) que gusta de ponerse un bañador apretado para surfear en una bonita playa.
¿A quién le puede gustar esta película?
- A los que se conformen con muy poquito: chica “guapa”, monstruo “grande” y algún que otro sobresalto. - A los que no conocen nada sobre tiburones y, por tanto, no se preocupan porque exista un mínimo de coherencia en cuanto al trasfondo de la película. - Tal vez a las generaciones a las que ya les queda demasiado lejos Tiburón (1975).
AVISO:
en adelante el nivel de “spoiler” (destripamiento de película) puede ser elevado.
Crítica a: Infierno Azul (2016).
Innecesaria, ilógica y nada original.
CRÍTICA DETALLADA:
Infierno Azul es una película sencilla. Simple en casi todos sus aspectos. La película se construye en torno a pocos elementos: una chica, un inmenso tiburón blanco, un par de rocas, una boya, un cadáver de ballena y 4-5 personajes adicionales que, básicamente, casi sólo sirven de carnaza para tiburón. ¡Ah! ¡muy importante! También tenemos el toque de humor proporcionado por la gaviota herida.
Imagen bonita y guión sencillo.
La historia narrada en la película no tiene ninguna complejidad: La protagonista Nancy Adams (Blake Lively) llega a una playa aislada y poco frecuentada. Surfea, sufre una tentativa de ataque de tiburón blanco, consigue refugio en un diminuto islote y queda allí atrapada durante casi toda la película por culpa de la malsana obsesión que el tiburón blanco tiene con las carnes de esta muchacha.
Algo tiene Blake Lively que vuelve loco al tiburón.
Blake Lively no está mal en su papel. Es Nancy Adams y está muy triste tras la muerte de su madre. En su melancolía visita una playa especialmente relacionada con su difunta madre. Toda esta historia ayuda a hacer de Nancy un personaje más creíble y a que los espectadores conecten más con ella, aunque poco más aporta a la película. Una película que se centra exclusivamente en la protagonista buscando la manera de sobrevivir y escapar de la peligrosa situación.
La melancólica protagonista.
Y paso ahora a la crítica de verdad, como biólogo y fan de los tiburones blancos (Carcharodon carcharias) que soy:
Infierno Azul / The Shallows, no sólo no aporta nada nuevo a este tipo de películas, sino que revive el mito de los tiburones blancos asesinos en serie, con lo que contribuye a empeorar la mala imagen que tienen estos animales (y todos los tiburones en general), una injustificada mala imagen heredada de los tiempos de Tiburón / Jaws (1975) y que parecía que los científicos estaban consiguiendo arreglar.
¡¡Tiburón!!
¿Sabías que el tiburón blanco de Infierno Azul mata en 5 minutos a más personas que todos los tiburones blancos del mundo en varios años?
Y no es una exageración. El tiburón de la peli acaba con la vida de tres humanos, aproximadamente entre los minutos 45 y 50 del metraje. Sin embargo, según el registro global de ataques de tiburón (http://www.sharkattackfile.net), entre enero de 2015 y julio de 2016 sólo se conoce un humano muerto por ataque de tiburón blanco (Ben Gerring, el 31 de mayo de 2016). Hay que sumar todos los ataques producidos entre 2014 y julio de 2016 para igualar lo mostrado en 5 minutos de Infierno Azul.
"Exageraooooo".
En vista de las evidencias resulta obvio que ¡no, los tiburones no se comportan como nos muestran en la película! En Infierno Azul tenemos un tiburón blanco que tiene a su disposición el cadáver flotante de una ballena, con el que podría alimentarse durante muchos días. No obstante, se olvida rápidamente de esa fácil fuente de alimento (que está más que demostrado que les encanta) para lanzarse a la persecución enfermiza de una escuálida surfista. Incluso cuando la protagonista se encuentra fuera del agua (sobre el diminuto islote), el tiburón se empeña en seguir patrullando la zona y en devorar a todos los hombres que se aproximan a la zona haciendo caso omiso del alimento disponible cerca (más sencillo de obtener y mucho más sabroso por su mayor contenido en grasa que el cuerpecillo de la surfista). Una situación ilógica a la que ni siquiera se intenta dar explicación a lo largo de la película. Hoy en día ya hay información más que suficiente sobre tiburones;
si quieres mostrar un tiburón monstruoso y de comportamiento aberrante, al menos explica cómo ha terminado el escualo convertido en esa bestia asesina, ¡como mínimo que se intuya una posible explicación!
Que cansino es el chiquitín.
Pero no. En Infierno Azul nos venden un tiburón blanco aparentemente realista que, por desgracia, vuelve a demonizar a estas espectaculares criaturas.
Esto no es nuevo; ya ocurrió en 1974 y 75, de las manos de Peter Benchley y Steven Spielberg con las novela y película Tiburón / Jaws. Ambas obras se inspiraron en una serie de ataques de tiburón registrado en Nueva Jersey en 1916, en los que murieron cuatro personas a lo largo de 12 días, muertes que fueron atribuidas a un supuesto tiburón blanco asesino (algo que ha sido desmentido sin duda). Eran otros tiempos y los tiburones en general, eran grandes desconocidos a nivel científico. El exitazo que tuvo la película Tiburón es indiscutible, como también es indiscutible que provocó miedo a nadar en el mar a millones de personas.
Tiburón, un clásico de 1975.
Pero Tiburón tuvo otras consecuencias. En los años siguientes a la película se produjo un incremento en los avistamientos de escualos así como en la captura de ejemplares. Los grandes tiburones se habían convertido en monstruos sanguinarios comehombres y su muerte se veía con buenos ojos.
Monstruo marino capturado en Tabarca (España), se dijo en su momento.
Con el tiempo, el mismo Peter Benchley llegó a convertirse en defensor de los tiburones y afirmó que no habría escrito su famosa novela de haber conocido el verdadero comportamiento de estos fantásticos animales.
Varias personas en el mundo nadan con tiburones blancos para concienciar al mundo.
Pero el daño ya estaba hecho. A pesar de que el número de muertes causadas por tiburón son mínimas (cientos de veces menores que las causadas por perros, o ciervos, por dar dos ejemplos) cada ataque fatal realizado por un tiburón provoca reacciones tremendamente exageradas.
Recordando el clásico.
Como ejemplo, puede citarse el caso de Luciano Costanzo submarinista que, a primeros de febrero de 1989, fue atacado por un tiburón blanco cuando se disponía a salir del agua con varios peces que había capturado. El desenlace del ataque fue fatal para el italiano. Y la respuesta muestra la animadversión general que sentimos hacia los tiburones, tal y como puede leerse en un artículo del ABC de aquellos días: “Cacería del tiburón asesino”, “vengar la atroz muerte de un submarinista”, “una caza despiadada y rabiosa”, “el asesino siempre vuelve al lugar del delito”, “un auténtico antropófago”.
Ejemplo de noticia sobre tiburón blanco en 1989.
Ejemplo de noticia sobre tiburón blanco en 1989.
Ejemplo de noticia sobre tiburón blanco en 1989.
Recordemos que se trataba de un ataque de gran blanco en Italia. ¿Sorprendente? En realidad no, pues resulta que también tenemos tiburones blancos en el Mediterráneo; Pero la mayoría de la gente no lo sabe porque estos tiburones no sienten el menor interés por los humanos. Desde luego, si fueran antropófagos se habrían extinguido hace tiempo.
Es bien conocida entre los científicos la presencia de tiburón blanco en el Mediterráneo desde hace muchos años.
Hoy en día, tras mucho trabajo científico, conocemos bastante bien el comportamiento de los tiburones y se ha podido concienciar a mucha gente sobre la necesidad de la protección de estos depredadores. No obstante, su mala fama tiende a permanecer y películas como Infierno Azul no van a ayudar en nada a mejorar la situación pues, bien sabemos, que gran cantidad de gente se deja influir fácilmente por cine y televisión. No estaría mal el boicot hacia este tipo de películas.
Ocean Ramsey nadando con un gran blanco.
Retomando la película, además del absurdo comportamiento de tiburón blanco, también cabe destacar alguna que otra imprecisión adicional. El tamaño del escualo es destacable; por momentos parece inmenso, capaz de lanzar por los aires una ballena, superando los tamaños record (probablemente cerca de 7 m si lo comparamos con los 1,78 m que mide Blake Lively). En otras ocasiones parece ser claramente más pequeño, en tamaños normales para la especie. Y, cuando muerde a la protagonista, resulta que tiene una boquita pequeñaja, más cercana a la de un ejemplar juvenil; y la excusa del primer bocado de prueba no cuadra pues, aunque muerda despacio, el diámetro de la mandíbula es inmenso comparado con la marca de la herida.
¿Es la ciencia lo que aburre a los jóvenes que acuden al cine?
Por otro lado, la velocidad a la que nada un gran blanco es inmensamente superior a la de un humano típico, de hecho, es varias veces mayor que la de Michael Phelps y otros velocistas. Si fuera tan malvado y tan agresivo, la película se habría terminado en menos de media hora.
¿Es la ciencia lo que aburre a los jóvenes que acuden al cine?
En cuanto a las medusas que impiden el paso al gran blanco,... estos tiburones tienen una piel muy robusta y están acostumbrados a recibir mordiscos “cariñosos” de sus propios congéneres. Que un tiburón gigantesco como el de la película tenga miedo a las medusas es de risa.
Este tipo duro se ríe de las medusas de Infierno Azul.
En fin, actualmente seguimos asustados con los tiburones que, sumando todas las especies del mundo, sólo causan 4-10 muertes de personas al año. Casi cualquier cosa que pensemos, causa más muertes que los tiburones: perros, vacas, máquinas de refresco, selfies estúpidos, ... pero la imagen del asesino del mar sigue grabada a fuego.
Cuando un tiburón azul muerde la mano de un bañista en España, cunde el pánico y se cierran playas. Mientras tanto, la humanidad acaba con la vida de más de 70 millones de tiburones al año, poniendo al límite a muchas de las especies. Alguno ya estará echando la culpa a ciertos países asiáticos y su sopa de aleta de tiburón. No falta razón. PERO tengamos cuidado con eso, pues en España somos culpables de gran parte de las capturas mundiales de tiburón, situándonos entre el tercer y cuarto puesto en matanza de escualos entre 2000 y 2011.
Las poblaciones de varias especies de tiburón han disminuido en más del 90% en los últimos años.
Millones de tiburones mueren cada año por nuestra culpa, principalmente para aprovechar sus aletas en la cocina oriental.
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No deja de ser una película muy entretenida... bien ejecutada... con una fotografía y una dirección magnífica... incluyendo la banda sonora que no tiene ninguía pretensión... para mi una película para almacenar en la videoteca de cualquier persona interesada en el cine y la narración de historias... tratar de desvirtuarla haciendo hincapie en los tópicos del cine es un error y menos atendiendo al la naturaleza del tiburón. Esta claro que el tiburón no es un asesino en serie... tampoco lo han sido muchos personajes de le gran pantalla que han convertido experimentados y maravillosos directores en pesadilla de adolescentes... que justifica la perseverancia del tiburón en su presa... que el ser humano ha tratado de matarlo antes... le recuerdo la escena en la que el tiburón muestra en su cara la herida que le ha provocado un anzuelo... en fin criticar una película por su falta de rigurosidad científica haría que Walt Disney se levantará de su tumba.....
No deja de ser una película muy entretenida... bien ejecutada... con una fotografía y una dirección magnífica... incluyendo la banda sonora que no tiene ninguía pretensión... para mi una película para almacenar en la videoteca de cualquier persona interesada en el cine y la narración de historias... tratar de desvirtuarla haciendo hincapie en los tópicos del cine es un error y menos atendiendo al la naturaleza del tiburón. Esta claro que el tiburón no es un asesino en serie... tampoco lo han sido muchos personajes de le gran pantalla que han convertido experimentados y maravillosos directores en pesadilla de adolescentes... que justifica la perseverancia del tiburón en su presa... que el ser humano ha tratado de matarlo antes... le recuerdo la escena en la que el tiburón muestra en su cara la herida que le ha provocado un anzuelo... en fin criticar una película por su falta de rigurosidad científica haría que Walt Disney se levantará de su tumba.....
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