Por: El Contemplador
RESÚMEN
(de la crítica):
¿A quién le puede gustar este cómic?
- A cualquier aficionado a los cómics con buen gusto. En especial a todos los seguidores de los héroes de DC.
AVISO: en adelante el nivel de “spoiler” (destripamiento de cómic) puede ser elevado.
Crítica a: Kingdom Come (1996).
Una obra maestra. En muy escasas ocasiones confluyen en el mundo del cómic una historia interesante y un buen dibujo. En Kingdom Come no solo tenemos un guión de calidad, es que en el aspecto gráfico se nos ofrece una auténtica joya. Imprescindible.
¿A quién le puede gustar este cómic?
- A cualquier aficionado a los cómics con buen gusto. En especial a todos los seguidores de los héroes de DC.
AVISO: en adelante el nivel de “spoiler” (destripamiento de cómic) puede ser elevado.
Crítica a: Kingdom Come (1996).
Vamos con una de esas introducciones pesadas que taaaanto me gustan ... jue jue jue ... (risa maléfica).
>>>Años 80. Los aficionados al cómic nos lo pasamos pipa. No entro en detalle, basta con citar Watchmen, los últimos coletazos en la Saga de la Fénix Oscura (La Patrulla-X), El Regreso del Caballero Oscuro (Batman), Días del Futuro Pasado (La Patrulla-X), Born Again (Daredevil), La Última Cacería de Kraven (Spiderman), Secret Wars I y II (montón de superhéroes de la Marvel), ... teníamos a Black Spiderman, y terminamos in decrescendo ["en picao pa'bajo"] con Veneno como "gran" némesis de Spidey y la mega-macro-saga Inferno. Alan Moore, Frank Miller, Chris Claremont, John Byrne, Arthur Adams, ... son nombres que me vienen a la cabeza. Todd McFarlane y Jim Lee empiezan a asomar el hocico :P.
>>>Años 90. Los aficionados a los "tebeos americanos" sufrimos de lo lindo. Los inicios se prometían felices, se potenciaban las macrosagas y las ilustraciones hiperllamativas. Esto, en principio, no tenía porqué ser malo. El X-Men nº 1 de Claremont y Jim Lee, bate el record de todos los tiempos con unos 8 millones de ejemplares vendidos y unos 7 millones de dólares recaudados (de hecho, aún mantiene el record Guinness). La nueva hornada de dibujantes llegaba dando caña: Todd McFarlane, Jim Lee, Rob Liefeld, Erik Larsen, Marc Silvestri, Whilce Portacio ... y, aunque ahora muchos se empeñen en negarlo, molaban mucho. Estos dibujantes, descontentos con las condiciones de las grandes editoriales, fundan la suya propia: Image.
Eramos legión los jóvenes que nos lanzábamos a comprar cómics guiados (o cegados) por el aspecto visual. Alguna cosa curiosa salió de todo aquello (Spawn está a punto de llegar al número 250 ¡y estamos en diciembre de 2014! ... algo habrán hecho bien).
Pero el punto fuerte de estos cómics, se convirtió en lo único que tenían y esa fue su perdición. La obsesión por la imagen, resumida básicamente en hipermusculación, armas gigantes, mujeres delgado-voluptuosas de proporciones imposibles, colocados en páginas llenas casi exclusivamente de acción pura, llevó a olvidar algo básico a la par que indispensable... ¡el guión!
Muchos terminamos por darnos cuenta de que los cómics insulsos, aún repletos de llamativa anatomía absurda, no nos llenaban. Demasiados números de relleno nos desencantaron y, algunos (o muchos), dejamos total o casi totalmente de comprar cómics.
[Si os interesan estos temas, deberíais leer la entrada que publicó Battástico aquí]
En esta situación, en 1996, al mismo tiempo que diversos problemas y luchas internas hacen resonar la declaración de Marvel en bancarrota, DC publica Kingdom Come...
... mejor dicho: KINGDOM COME (sí, en mayúsculas).
Alex Ross y Mark Waid, amantes de los cómics clásicos, de la "Edad de Oro", son los artífices de todo el trabajo (Ross se encarga de todo el aspecto gráfico y es coguionista).
La obra está ambientada en un futuro, aprovechando el recurso de los "Elsewords" de DC. En dicho futuro, algo motivó el retiro de Superman, y un aparente desinterés por su parte para con la especie humana. La Liga de la Justicia terminó deshecha. El mundo está repleto de nuevos personajes con superpoderes, y muchos de ellos actúan de manera descontrolada, excesivamente violenta, sin orden, sin un buen guía. El exceso de poder y la alocada forma de actuar llevan al desastre cuando un grupo de metahumanos, dirigidos por Magog, provoca un desastre nuclear que causa la muerte de un millón de personas. Básicamente ese suceso motiva el regreso de los grandes héroes clásicos.
No pocos os daréis cuenta de las claras analogías con la situación del cómic americano en los 90:
Donde vemos que el mundo se ha llenado de héroes violentos, superpoderosos y descontrolados, debemos entender: el mundo de los cómics sólo busca dibujos de personajes hipermusculados, cargados de armas y que se lían a tortas casi en cada página.
El propio personaje de Magog (creado por Alex Ross en Kingdom Come) está basado en los Cable y Shatterstar (creados por Rob Liefeld). <modo ironía ON> Seguro que Ross lo hizó así por la profunda admiración que sentía por el trabajo artístico de Liefeld <modo ironía OFF>.
Cabe destacar que uno de los puntos principales en Kingdom Come es el aspecto visual. El maestro Alex Ross nos deleita con su arte en cada página. El señor Ross es un pedazo de artista, un pintor que utiliza pinceles y acuarelas con dedicación para preparar una página cada 3 o 4 días. Se nota a kilómetros que conoce a la perfección los detalles de anatomía, perspectiva, representación del volumen mediante luces y sombras, etc. Para colmo, en Kingdom Come, se nota el cariño con el que ha trabajado Alex en el diseño de todos los personajes. Es capaz de mostrarnos rostros reconocibles (en lugar de los calcos repetitivos de Jim Lee y compañía), y no tiene problema en ofrecernos versiones más "maduras" (entradas en edad) de los personajes clásicos. El antagonista perfecto sería Rob me-paso-la-anatomía-por-el-forro Liefeld (lo siento Rob, pero lo pones fácil). Liefeld, quien se hizo mundialmente famoso por X-Force, es un dibujante autodidacta que destaca por su nula atención hacia la anatomía y perspectiva, así como por ser tremendamente irregular en cada viñeta. Cualquiera con unos mínimos conocimientos en dibujo reconocerá el insulto que supone la presencia de Rob entre los "grandes" dibujantes del mundillo. Visto de otro modo, Liefeld da esperanzas a millones de ilustradores amateurs: si Rob lo ha conseguido, CUALQUIERA puede. Bueno, dejemos a Liefeld para otra entrada.
Volviendo a Kingdom Come. Tenemos una historia no demasiado compleja pero interesante, que te anima a continuar leyendo. Los fans de los personajes de DC además pueden entretenerse con cada nuevo superhéroe que aparece en el cómic, la mayoría de ellos descendientes o versiones alternativas de los clásicos.
El transcurso de toda la trama nos lleva a replantearnos las cosas, a reconducirnos depués de haber cometido errores, en palabras de Waid (coguionista) a la redención. ¿Quién ha de ser juzgado y castigado por tantos errores cometidos? Ese es el mensaje básico que se desprende con la lectura del genial cómic.
Hay que decir que el recurso de los "Elsewords" se podría tomar como algo que facilita mucho el trabajo de Ross y Waid. Sin embargo, en mi opinión, eso no resta valor a lo que ambos consiguieron. Aunque admito que habría sido muchísimo más complejo emprender una tarea similar en el mundo "normal" de DC. Por otro lado, el hecho de que no se produzca ninguna sorpresa destacable entre los personajes principales sí podría ser un punto criticable pues, precisamente por tratarse de un Elseword se podría haber sacado más provecho y dar alguna "sorpresilla".
Alguien que empiece a leer el cómic podría notar un cierto "tufillo religioso". Bien, algo de eso hay, el propio título es una referencia religiosa clarísima, y el libro del Apocalipsis tiene papel innegable en el cómic. Pero, que nadie se asuste, la religión no se apodera del alma de la obra (bueno, siempre habrá quien lo pueda interpretar de otro modo). Al final se intuye que son los hombres y nos los dioses, los deben decidir el destino de la humanidad.
Lo dicho, una obra maestra imprescindible. Fijaos bien en todos los detalles de cada página, siempre se descubre algo nuevo, ciertos textos de fondo, diseños curiosos de personajes, ... ¡Atentos! (Si queréis detalles sobre los superhéroes que aparecen y otras curiosidades, no tenéis más que escribirnos).
>>>Años 80. Los aficionados al cómic nos lo pasamos pipa. No entro en detalle, basta con citar Watchmen, los últimos coletazos en la Saga de la Fénix Oscura (La Patrulla-X), El Regreso del Caballero Oscuro (Batman), Días del Futuro Pasado (La Patrulla-X), Born Again (Daredevil), La Última Cacería de Kraven (Spiderman), Secret Wars I y II (montón de superhéroes de la Marvel), ... teníamos a Black Spiderman, y terminamos in decrescendo ["en picao pa'bajo"] con Veneno como "gran" némesis de Spidey y la mega-macro-saga Inferno. Alan Moore, Frank Miller, Chris Claremont, John Byrne, Arthur Adams, ... son nombres que me vienen a la cabeza. Todd McFarlane y Jim Lee empiezan a asomar el hocico :P.
Eramos legión los jóvenes que nos lanzábamos a comprar cómics guiados (o cegados) por el aspecto visual. Alguna cosa curiosa salió de todo aquello (Spawn está a punto de llegar al número 250 ¡y estamos en diciembre de 2014! ... algo habrán hecho bien).
Pero el punto fuerte de estos cómics, se convirtió en lo único que tenían y esa fue su perdición. La obsesión por la imagen, resumida básicamente en hipermusculación, armas gigantes, mujeres delgado-voluptuosas de proporciones imposibles, colocados en páginas llenas casi exclusivamente de acción pura, llevó a olvidar algo básico a la par que indispensable... ¡el guión!
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| Los espectaculares X-Men de Jim Lee subieron las ventas como la espuma. |
[Si os interesan estos temas, deberíais leer la entrada que publicó Battástico aquí]
En esta situación, en 1996, al mismo tiempo que diversos problemas y luchas internas hacen resonar la declaración de Marvel en bancarrota, DC publica Kingdom Come...
... mejor dicho: KINGDOM COME (sí, en mayúsculas).
Alex Ross y Mark Waid, amantes de los cómics clásicos, de la "Edad de Oro", son los artífices de todo el trabajo (Ross se encarga de todo el aspecto gráfico y es coguionista).
La obra está ambientada en un futuro, aprovechando el recurso de los "Elsewords" de DC. En dicho futuro, algo motivó el retiro de Superman, y un aparente desinterés por su parte para con la especie humana. La Liga de la Justicia terminó deshecha. El mundo está repleto de nuevos personajes con superpoderes, y muchos de ellos actúan de manera descontrolada, excesivamente violenta, sin orden, sin un buen guía. El exceso de poder y la alocada forma de actuar llevan al desastre cuando un grupo de metahumanos, dirigidos por Magog, provoca un desastre nuclear que causa la muerte de un millón de personas. Básicamente ese suceso motiva el regreso de los grandes héroes clásicos.
Donde vemos que el mundo se ha llenado de héroes violentos, superpoderosos y descontrolados, debemos entender: el mundo de los cómics sólo busca dibujos de personajes hipermusculados, cargados de armas y que se lían a tortas casi en cada página.
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| Izq.: ejemplo típico de hipermusculado (R. Liefeld). Der.: diseño realista más clásico (A. Ross). |
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| Ciertas similitudes entre Magog y Shatterstar son innegables. |
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| Izq.: El Cable de Liefeld. Centro y Der.: Magog y Superman dibujados por el maestro Alex Ross. |
Cabe destacar que uno de los puntos principales en Kingdom Come es el aspecto visual. El maestro Alex Ross nos deleita con su arte en cada página. El señor Ross es un pedazo de artista, un pintor que utiliza pinceles y acuarelas con dedicación para preparar una página cada 3 o 4 días. Se nota a kilómetros que conoce a la perfección los detalles de anatomía, perspectiva, representación del volumen mediante luces y sombras, etc. Para colmo, en Kingdom Come, se nota el cariño con el que ha trabajado Alex en el diseño de todos los personajes. Es capaz de mostrarnos rostros reconocibles (en lugar de los calcos repetitivos de Jim Lee y compañía), y no tiene problema en ofrecernos versiones más "maduras" (entradas en edad) de los personajes clásicos. El antagonista perfecto sería Rob me-paso-la-anatomía-por-el-forro Liefeld (lo siento Rob, pero lo pones fácil). Liefeld, quien se hizo mundialmente famoso por X-Force, es un dibujante autodidacta que destaca por su nula atención hacia la anatomía y perspectiva, así como por ser tremendamente irregular en cada viñeta. Cualquiera con unos mínimos conocimientos en dibujo reconocerá el insulto que supone la presencia de Rob entre los "grandes" dibujantes del mundillo. Visto de otro modo, Liefeld da esperanzas a millones de ilustradores amateurs: si Rob lo ha conseguido, CUALQUIERA puede. Bueno, dejemos a Liefeld para otra entrada.
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| Las comparaciones son odiosas, y las féminas dibujadas por Liefeld (Izq.) más aún. Al centro y derecha vemos como Ross ha captado la esencia de Wonder Woman incluso aunque la amazona representada ya sea más "madurita". |
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| Los héroes y villanos que aparecen en la obra han sido diseñados con cuidado, tienen nombre y algo de historia. No fueron dibujados a lo loco improvisando. |
El transcurso de toda la trama nos lleva a replantearnos las cosas, a reconducirnos depués de haber cometido errores, en palabras de Waid (coguionista) a la redención. ¿Quién ha de ser juzgado y castigado por tantos errores cometidos? Ese es el mensaje básico que se desprende con la lectura del genial cómic.
Alguien que empiece a leer el cómic podría notar un cierto "tufillo religioso". Bien, algo de eso hay, el propio título es una referencia religiosa clarísima, y el libro del Apocalipsis tiene papel innegable en el cómic. Pero, que nadie se asuste, la religión no se apodera del alma de la obra (bueno, siempre habrá quien lo pueda interpretar de otro modo). Al final se intuye que son los hombres y nos los dioses, los deben decidir el destino de la humanidad.
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Battástico dice:
ResponderEliminarUna auténtica obra maestra, esta estupenda minisaga. Sin duda está en mi top ten, quizás superado ligeramente por Marvels de Busiek y Ross de nuevo a los lápices (aunque las historias no tienen ninguna relación, han sido comparadas en infinidad de ocasiones, quizá aprovechando la presencia del dibujante en las dos obras). El dibujo de Ross es un verdadero deleite, y la publicación de Norma en España en formato gigante le vino que ni pintado.
Años más tarde Ross (esta vez a los guiones) volvió al mundo de Kingdom Come en la etapa de Geoff Jhons en JSA, pero la historia pasó sin pena ni gloria (se quedó muy lejos de su predecesora, tanto en guión como en dibujo)
Por cierto a ver si alguna vez hacemos alguna entrada de cómics sin meternos con el pobre Liefeld... todo un reto!!
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